
Un buen mantenimiento empieza por unos buenos hábitos.
Utilizado en entornos extremos, un endoscopio de alta temperatura es un equipo muy técnico. Su robustez es una ventaja, pero sigue siendo un equipo de precisión que debe manipularse con cuidado para garantizar inspecciones fiables a lo largo del tiempo. Esta guía le ayudará a adoptar inmediatamente las precauciones adecuadas.
Manipulación: atención a los gestos cotidianos
Su endoscopio puede soportar temperaturas de hasta 2.000°C, pero un simple impacto en el lugar equivocado puede bastar para dañarlo.
Evite dejar caer el aparato o golpear el cabezal de inspección: las lentes internas, los componentes electrónicos y los conectores de tipo Stäubli (agua/aire) son zonas sensibles.
Unos simples reflejos:
Comprobar el estado de los líquidos
No utilice nunca el endoscopio sin comprobar el estado de sus fluidos (agua/aire), su limpieza y, sobre todo, el caudal: un caudal insuficiente provoca un aumento progresivo de la temperatura, difícil de detectar a simple vista.

Utilización de un puesto de control
Las estaciones de control permiten supervisar estos parámetros en tiempo real mediante un termómetro, un caudalímetro y alarmas integradas.
Comprobar las tuberías
Evite los cables enredados, los nudos o las zonas atrapadas bajo un objeto: pueden bloquear el flujo de aire o agua o provocar una caída del flujo, lo que puede ser fatal para el endoscopio.
Y, por supuesto, recuerde siempre volver a guardar el endoscopio en su flightcase en cuanto termine la inspección.
Limpieza periódica: sencilla pero esencial
La limpieza sistemática prolonga considerablemente la calidad de imagen y la durabilidad de sus objetivos. Este sencillo paso se descuida con demasiada frecuencia.

- Limpie el cabezal de la cámara (endoscopio digital) o el objetivo (endoscopio óptico) después de cada uso, aunque sea breve.
- Utilice únicamente un paño de microfibra limpio o un bastoncillo de algodón empapado en alcohol (o acetona óptica si es necesario). El ónice utilizado para los cabezales Cesyco lo resiste perfectamente.
- Limpie únicamente la superficie exterior. No abra nunca los cabezales de la cámara: están sellados en el taller.
- Si desmonta un objetivo óptico, procure mantener el orden de las lentes. Una simple inversión alteraría la nitidez de las imágenes.
Cinco errores que hay que evitar
Ciertas malas prácticas pueden tener consecuencias inmediatas o retrasar el deterioro sin que te des cuenta.
Manipular el equipo sin guantes o con guantes sucios o grasientos.
Limpie las lentes con un paño suave o papel normal.
Olvídate de purgar el agua después de usarla: un paso esencial para evitar el moho, la corrosión y los depósitos de cal.
Para ello, conecta la entrada de aire a la entrada de agua y deja que el agua salga por la salida.
Fuerza en piezas fijas (especialmente cabezas selladas).
Cuando cambie los cabezales de la cámara, afloje los dos tornillos guía sin retirarlos del todo: son pequeños y fáciles de perder.
Antes y después: lo que cuenta
El mantenimiento no termina con la inspección. Una rutina sencilla puede ayudarle a evitar costosas averías.
Antes del uso :
- Compruebe la pantalla de vídeo.
- Compruebe la temperatura y el flujo de fluido.
- Inspeccione visualmente el cabezal, los cables y los conectores.
Después del uso:
- Purgue completamente el sistema de refrigeración.
- Séquelo con un paño si es necesario y guarde inmediatamente el equipo en su flightcase original para protegerlo de golpes, polvo o humedad.
Conclusión
Prolongar la vida útil de su endoscopio no requiere ni conocimientos complejos ni inversiones adicionales: basta con gestos sencillos y regulares y con prestar atención a los detalles.
Cada control, cada limpieza, cada buen reflejo ayuda a mantener el rendimiento de su equipo a lo largo del tiempo – y a evitar averías a veces irreversibles.
Siguiendo estas recomendaciones, no sólo limitará el riesgo de desgaste prematuro, sino que también garantizará unas inspecciones fiables y seguras que respondan a las exigencias de sus entornos industriales.